El
lector apoyado por su familia es un árbol que, fértil, extiende sus ramas al
viento y hacia nuevos rumbos, pero que se nutre al mismo tiempo en sus raíces.
Ese árbol es nuestra cultura: una herencia que florece en aires nuevos y cuyo
profundo origen vamos siempre redescubriendo.
La
lectura, por ello, brota de la herencia cultural que se otorga en el hogar.
Dialoga con el lenguaje propio de cada familia, con sus frondosas variantes
regionales, y todo contribuye a volver natural el ejercicio de leer el mundo.
Nuestra comunidad participó de la Maratón Nacional de Lectura y la Feria del Libro encuentros con los niños/as y las familias, disfrutando de actividades placenteras y mágicas, vivimos la experiencia de compartir y leer juntos. Narraciones, imágenes, ilustraciones, diversas historias inundaron la escuela de momentos que nos motivaron a seguir enriqueciendo nuestro quehacer como lectores.
¡Gracias familias por acompañarnos!